sábado, 12 de noviembre de 2011
Narrativa renacentista
El Lazarillo:
Cervantes y El quijote : literaturatermes/el- renacimiento/ la narartiva-renacentista- El Quijote
lunes, 7 de noviembre de 2011
Sobre Ramón J. Sender
*Cronología
* Propuesta de lectura
* Cultura y vocabulario
* Ejemplo de comentario
lunes, 6 de junio de 2011
Antología del Siglo de oro
Antología poética del Siglo de Oro
1. Garcilaso de la Vega, “En tanto que de rosa y azucena”
2. Garcilaso de la Vega, “Si de mi baja lira
3. Garcilaso de la Vega, “Escrito está en mi alma vuestro gesto”
4. Garcilaso de la Vega, “¡Oh dulces prendas por mi mal halladas”
5. Fray Luis de León, “¡Qué descansada vida…
6. Fray Luis de León, “Recoge ya en el seno
7. Fray Luis de León, “Alma región luciente”
8. San Juan de la Cruz, “Noche oscura”
9. San Juan de la Cruz, “Llama de amor viva”
10. San Juan de la Cruz, “Tras de un amoroso lance”
11. Luis de Góngora, “La más bella niña / de nuestro lugar”
12. Luis de Góngora, “Ándeme yo caliente y ríase la gente”
13. Luis de Góngora, “Amarrado al duro banco de una galera turquesca”
Amarrado al duro banco
de una galera turquesca,
ambas manos en el remo
y ambos ojos en la tierra,
un forzado de Dragut
en la playa de Marbella
se quejaba al ronco son
del remo y de la cadena:
«¡Oh sagrado mar de España,
famosa playa serena,
teatro donde se han hecho
cien mil navales tragedias!,
pues eres tú el mismo mar
que con tus crecientes besas
las murallas de mi patria,
coronadas y soberbias,
tráeme nuevas de mi esposa,
y dime si han sido ciertas
las lágrimas y suspiros
que me dice por sus letras;
porque si es verdad que llora
mi cautiverio en tu arena,
bien puedes al mar del Sur
vencer en lucientes perlas.
Dame ya, sagrado mar,
a mis demandas respuesta,
que bien puedes, si es verdad
que las aguas tienen lengua,
pero, pues no me respondes,
sin duda alguna que es muerta,aunque no lo debe ser,
pues que vivo yo en su ausencia.
¡Pues he vivido diez años
sin libertad y sin ella
siempre al remo condenado,
a nadie matarán penas!»
En esto se descubrieron
de la Religión seis velas,
y el cómitre mandó usar
al forzado de su fuerza.
14. Luis de Góngora, “Soledad primera”, 1-61.
15. Luis de Góngora, “Prisión del nácar era articulado”
16. Lope de Vega, “Mira, Zaide, que te aviso”
- Mira, Zaide, que te digo
que no pases por mi calle,
no hables con mis mujeres,
ni con mis cautivos trates,
no preguntes en qué entiendo
ni quien viene a visitarme,
qué fiestas me dan contento
ni qué colores me aplacen;
basta que son por tu causa
las que en el rostro me salen,
corrida de haber mirado
moro que tan poco sabe.
Confieso que eres valiente,
que hiendes, rajas y partes,
y que has muerto más cristianos
que tienes gotas de sangre;
que eres gallardo ginete,
que danzas, cantas y tañes,
gentilhombre, bien criado
cuanto puede imaginarse;
blanco, rubio por extremo,
señalado entre linajes,
el gallo de los bravatos,
la nata de los donaires;
que pierdo mucho en perderte
y gano mucho en ganarte,
y que si nacieras mudo
fuera posible adorarte;
mas por ese inconviniente
determino de dejarte,
que eres pródigo de lengua
y amargan tus liviandades;habrá menester ponerte
la que quisiere llevarte
un alcázar en los pechos
y en los labios un alcaide.
Mucho pueden con las damas
los galanes de tus partes,
porque los quieren briosos,
que hiendan y que desgarren;
mas con esto, Zaide amigo,
si algún banquete les hacen
del plato de sus favores
quieren que coman y callen.
Costoso me fue el que heciste;
que dichoso fueras, Zaide,
si conservarme supieras
como supiste obligarme.
Mas no bien saliste apenas
de los jardines de Atarfe,
cuando heciste de la mía
y de tu desdicha alarde.
A un morillo mal nacido
he sabido que enseñaste
la trenza de mis cabellos
que te puse en el turbante.
No quiero que me la vuelvas,
ni que tampoco la guardes,
mas quiero que entiendas, moro,
que en mi desgracia la traes.
También me certificaron
cómo le desafiaste
por las verdades que dijo,
que nunca fueran verdades.
De mala gana me río;
¡qué donoso disparate!no guardaste tu secreto
¿y quieres que otro lo guarde?
No puedo admitir disculpa,
otra vez torno [a] avisarte
que ésta será la postrera
que te hable y que me hables—».
Dijo la discreta Zaida
al gallardo Abencerraje,
y al despedirse replica
«Quien tal hace, que tal pague».
17. Lope de Vega, “Suelta mi manso, mayoral extraño” (188)
Suelta mi manso, mayoral extraño,
pues otro tienes de tu igual decoro;
deja la prenda que en el alma adoro,
perdida por tu bien y por mi daño.
Ponle su esquila de labrado estaño
y no le engañen tus collares de oro;
toma en albricias este blanco toro
que a las primeras yerbas cumple un año.
Si pides señas, tiene el vellocino
pardo, encrespado, y los ojuelos tiene
como durmiendo en regalado sueño.
Si piensas que no soy su dueño, Alcino
suelta y verásle si a mi choza viene,
que aun tienen sal las manos de su dueño.
18. Lope de Vega, “Ir y quedarse y, con quedar, partirse”
19. Lope de Vega, “¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?”
20. Lope de Vega, “Un soneto me manda hacer Violante”
21. Francisco de Quevedo, “Érase un hombre a una nariz pegado”
22. Francisco de Quevedo, “¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!”
23. Francisco de Quevedo, “Madre, yo al oro me humillo”
24. Francisco de Quevedo, “Si eres campana, ¿dónde está el badajo?”
25. Francisco de Quevedo, “Miré los muros de la patria mía”
domingo, 1 de mayo de 2011
Posibles preguntas
- Carácter e intereses vitales de Carmen. La moral de Mario y la de Carmen: la conciencia social frente a la resignación y el conformismo.
- El contexto histórico y social en que se inscribe la novela.
- Punto de vista narrativo.
- El llamado desarrollismo y su reflejo en Cinco horas con Mario.